Solitario aun cuando no asocial, tan territorial al menos como el león, pero mucho mas cauto y precavido que este, se adapto perfectamente a los terrenos cubiertos por densa vegetación.
Aquí adopto, como técnica de caza el acecho estático y dinámico, permaneciendo constantemente oculto entre las plantas en espera de la victima, un ciervo o un jabalí.
Este comportamiento esta tan enraizado en el tigre que a menudo se han referido relatos de personas seguidas a distancia por el gran cazador que no se acercaba ni aparecía jamás al descubierto.
Dado que en muchos casos estas personas nunca fueron atacadas por el gran félido, se ha hablado de simple curiosidad del animal. Aunque es mas probable que el extraño comportamiento derive de un conflicto interno del tigre entre el deseo de procurarse una presa y el temor ante el hombre.
Los tigres indios son depredadores de sumo respeto (altura de 95 cm, 3 metros de longitud y de 225 a 275 kg de peso), no cabe duda de que temen al hombre, que procuran evitarlo, bien manteniéndose ocultos, bien permaneciendo alejados de los sitios en que el mismo habita. A pesar de esto, en un subcontinente de tres millones de kilómetros cuadrados habitado por mas de quinientos millones de personas, es obvio que el espacio para los tigres es muy escaso y que la posibilidad de incidentes presenta una continua amenaza.
El ataque del tigre es siempre imprevisto y fulminante, parte de una distancia de 5 a 10 metros cubiertos a la carrera y no a saltos. Los ataques se producen de noche y en obra de tigres solitarios, pero George Schaller, que ha estudiado a los tigres en su medio natural, en la india, ha comprobado que a veces diversos tigres ciertamente de la misma familia, actúan de día y pueden dividirse la presa.
La piel estriada del tigre resulta casi invisible. A pocos metros de distancia un tigre inmóvil puede permanecer al acecho durante muchos minutos sin que ni un hombre ni un animal adviertan su presencia.
Forma de cazar del Tigre:
Con paciencia, el félido avanza arrastrando su vientre por tierra, inmovilizándose cada ver que el ungulado alza su cabeza.
Dado que el ciervo tiene buen olfato y podría husmear el fuerte olor del depredador, el tigre se cuida de acercarse contra el viento. Una vez a distancia de ataque, espera que el ciervo se relaje y vuelva a ramonear tranquilo y solo en ese momento, con el factor sorpresa a su favor, lo embiste con todas sus fuerzas, lo abate, le clava en el hocico una de las patas anteriores y le hunde profundamente los dientes en el cuello destrozando las arterias, fracturándole las vértebras cervicales y desgarrándole también esófago y traquea.
De esta manera, en general, la victima muere en pocos minutos por sofocación y el tigre se procura una buena reserva de carne para sus necesidades.
Normalmente el félido consume de inmediato la parte posterior del cuerpo de la pesa, deja la parte anterior para la segunda noche.
Vídeo de Técnicas de caza de los Tigres en Youtube